Bienvenid@ a mi mundo !

Culpable de ese pecado.

By 11:18 , , ,

Perdónate, sé indulgente contigo mism@!!! No tienes la culpa de todos los problemas del mundo. Hay cosas que por mucho que nos empeñemos no podemos solucionar, así que centrémonos en las pequeñas cuestiones que podemos resolver.
Despojémonos de mochilas innecesarias, de reproches que llevamos a cuestas.
Llenemos de aire nuestros pulmones, abramos los brazos a la vida y miremos a esa línea azul que significa horizonte. Vivamos el aquí y el ahora!!!






De vez en cuándo es saludable y obligatorio hacer limpiezas periódicas en nuestra vida, como si de habitaciones desordenadas se tratase....
Eliminar elementos que no valen la pena y ponerlos en la puerta por si a alguien pudiesen venir bien.
Sin culpabilidades, sin malos modos.
Hay que decidir lo que nos hace crecer y lo que nos ancla al pasado como una rémora. Y sin más.... Eliminarlo de nuestra vida!!!




Somos "animalitos de costumbres". Nos cuesta cambiar de hábitos. 
Algunos más que otros idealizamos a las personas y tendemos a ver sólo su parte positiva, esa que todos tenemos.
Yo soy culpable de ese pecado. Tiendo a ver sólo lo bueno, lo brillante, lo palpable... Gran defecto porque se pierde objetividad!!!




Echo la vista atrás y me asusto de lo vulgares, cretinas y grises que pueden ser algunas personas a las que consideraba "brillantes".
De sabios es rectificar y aprender a tener en cuenta las advertencias de los demás. 
Desde fuera se ven cosas que a menudo pasan desapercibidas cuándo estamos cerca. Vemos sobresaliente y vibrante lo que realmente es grisáceo, insulso y falto de... todo.




Es maravilloso sentirse libre y ligero de equipaje. La sensación de tener alas y poder volar tan alto y tan lejos como nos apetezca es inigualable.
Sólo la saben valorar personas que se han sentido enjauladas, atrapadas por personas manipuladoras y situaciones tóxicas, poco saludables.
Aquel que ha logrado liberarse de esas jaulas sin barrotes físicos pero tan cercenantes, siente la verdadera felicidad de haber abierto esa puerta a la libertad...




Y una vez abierta, queridos amigos... es difícil que vuelva a cerrarse. 
¿Cómo podría yo ayudar a todos los que estén pasando por lo mismo?
Pues sólo con mi experiencia.
Haber superado una situación difícil te hace sentirte fuerte y es como montar en bicicleta. una vez aprendes, nunca se olvida y aunque no practiques, sabes que la bici está ahí siempre, lista para salir "pitando".





En el momento álgido de una mala vivencia no hay consuelo. Nada nos hace reaccionar y la solución sólo está en nosotros mismos.
No aceptamos ayuda, vemos como enemigo al que pretende tendernos puentes, nos cegamos y nos cuesta salir de un círculo "pescadilla que se muerde la cola".
Cada situación es diferente, pero todas tienen el terrible punto común de crear infelicidad y falta de esperanza en la persona que la está sufriendo.




La experiencia me dice que el tiempo pone a cada uno en su lugar y casi siempre los que manipulan, son mala gente, insensibles que actúan únicamente por provecho propio... Tiene lo que se merecen.
Suelen beber de su propia medicina. 
Recogen la cosecha que previamente han sembrado.
Personalmente no me causa satisfacción alguna ver a estos seres impregnados de sus propios desechos y "principios basura".
No soy persona vengativa ni me hace feliz ver a nadie sufriendo, pero sé a ciencia cierta que atraemos lo que sembramos y... allá cada cual con lo que siembra.




Quisiera ayudar a aquel que esté inmerso en "ese mal momento"...
Ayudar arropando, ayudar escuchando, apoyando, tendiendo mano, abrazando...
Sé bien lo mucho que duele el alma cuándo no ves fin al sufrimiento, no sabes qué camino tomar y no hay jarabe, pastilla o brebaje capaz de aliviar la pena que todo lo invade y no disminuye, ni de día, ni de noche, ni en invierno , ni verano...
En esos malos momentos pensamos que somos los seres más desgraciados del mundo...
Que nadie hay más desdichado que nosotros y eso nunca va a cambiar. Pero no es verdad.




 El mundo es inmenso. Hay valles y playas que son invisibles porque los tapan altas montañas.
Plantemos cara a los malos momentos. ¿Vamos a rendirnos sin luchar con uñas y dientes? ¿De verdad vale la pena claudicar? ¿Hay alguien que merezca nuestra rendición sin lucha?
No queridos amigos. Nadie merece que nos rindamos sin dar batalla. Nosotros lo valemos y nada más importante que aprovechar el regalo que nos ha sido dado: LA VIDA.
Esa que hoy tenemos y mañana... No se sabe.
He visto caer torres que se creían muy altas, a las que yo veía como rascacielos y lo cierto es que son... chabolas pestilentes adecentadas.
Coraje, fuerza y mucho ánimo a tod@s los que están pasando por "ese mal momento"!!!

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