Bienvenid@ a mi mundo !

Apareciste tú.

By 13:00 , , ,


Siempre he tenido mucha imaginación. Mi mente no para de trabajar, idear, fabular...
Desde niña escribo mis ideas, historias y experiencias cotidianas en pequeños trozos de papel y libretitas que me acompañan.
No sé por qué lo hago. Quizás para no olvidar lo que en ese momento he sentido, para releerlo cuándo el tiempo ha pasado, congelar sentimientos y volver a sentirlos... No lo sé, pero lo hago.
Hace 2 años abrí mi blog "Mary Azucarillos" para plasmar en él mis escritos, parte real, parte fruto de mi imaginación y lo voy llenando con textos, trocitos novelados de historias.


Las cosas pasan cuándo pasan. No podemos elegir el momento, ni cerrar ojos y corazón e ignorarlas...
Ayer apareció él y no pude mirar hacia otro lado.
Se acabó la sesión de fotos en un sitio tan bonito.
Me gustan los lugares apartados, los caminos estrechos, las puertas ( cuánto más antiguas y llenas de historia mejor), las paredes desconchadas, las flores, la luz del atardecer...
Aquel escenario lo tenía todo.
Allí estaba él.
Me miraba con sus ojos profundos y ya no pude concentrarme.


Fui corriendo a saludarlo, a meter mis manos entre las verjas que lo encerraban sin pensar que podía darme un mordisco y dejarme sin un dedo.
Metí tímidamente las manos entre los barrotes mientras le hablaba con dulzura y observaba su reacción.
Movía el rabito amigablemente y pegaba su cuerpo a mis manos buscando afecto.


Eché un vistazo a su entorno mientras lo acariciaba.
Decrépito, sucio, abandonado y en bastante mal estado.
Un huerto seco y descolorido. Tierra revuelta con hoyos que. sin duda el había escarbado tratando de salir.
Útiles de labranza oxidados en una esquina. un comedero grande lleno de alimento reseco para perros, sucio y mezclado con tierra. Bajo un árbol un recipiente blanco volcado que temí fuese de agua y... estaba vacío.
Fui corriendo hacia el coche a por una botella y se la dí a beber de mi mano.
Bebía de mis dedos y me miraba con dulzura... ya no podré olvidar esos ojos.
El agua se acabó y él seguía lamiendo mis dedos, lloraba, me miraba, lamiéndome hasta los codos, dándome lo único que tenía, que para mí fue mucho.


Hacía tiempo que no lloraba tan amargamente.
Las autopistas de lágrimas resbalaban sin descanso por mis mejillas mientras me lamía y lo acariciaba. Nos mirábamos, se paró el tiempo.
No sé por qué me derrumbé de ese modo.


Quizás rompí a llorar por todos los seres que se sienten abandonados, solos, tristes, enfermos.
Quizás por aquellos que sienten que su vida es una cárcel, por los infelices, los desesperados. Por lo injusto de la desigualdad. Unos tanto y otros... nada.
Quizás por lo mucho que todavía echo de menos a mamá. Quizás por desahogarme.
Quizás fue egoísta llorar. No solucioné nada, más que sentirme impotente.


Quise llamar a la policía, a la protectora de animales... y no lo hice.
Dejé allí a aquel perrillo encerrado del que no sé ni su nombre.
Esta mañana me he levantado con sus ojos en mi mente, sin poder apartarlo de mi cabeza.
Podría olvidarlo y fingir que no lo he visto...
Tenía comida, aunque se notaba que pasaba días y días en soledad.
Quizás lo que sentí es fruto de mi desbordante imaginación. Quizás ideé su historia de soledad y no es cierta...


Quizás ese sexto sentido mío a veces se equivoque...
Sería mejor no meterme en problemas. ¿Quién me da da a mí vela en "entierros ajenos"?
Yo no soy como el que, sabiendo lo que hay, ve a su vecina tapar sus marcas con gafas de sol y mira hacia otro lado sin hacer más.
Ni como el fariseo bíblico que da limosna y asiste a misa para que todos lo vean y luego mete el dedo en el ojo del vecino y lo aplasta si puede.


Volveré. Cogeré mi coche y te buscaré. Te vigilaré de cerca y te llevaré agua.
Si es necesario me meteré en problemas.
No puedo abrir tu verja, cortar ese candado ni liberarte.
Pero tampoco puedo olvidarte y dejar que el mundo siga girando como pescadilla que se muerde la cola, sin cambiar nada.
No sería fiel a mí misma.



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