Bienvenid@ a mi mundo !

Juzgar.

By 9:15 , ,

Conseguƭ hacer las paces con ese lugar que araƱaba mi piel por su ausencia.
Guardar en mi archivador todos aquellos recuerdos sin rencores ni acritud.
Comprender que nadie tuvo la culpa del devenir de los hechos. Lo que pasĆ³ pasĆ³ y nadie pudo evitarlo.





Dejar de pedir explicaciones y nunca obtener respuestas.
CuƔndo se fue, quise romperlo todo, echar a correr, liberar mi rabia acumulada y pelearme hasta con las flores que acariciaba el viento.

Necesitaba encontrar culpables, responsables de tanto sufrimiento y convertirme en juez implacable.
Me convertĆ­ en otra persona distinta a la que siempre fui, mis ojos trasparentaban una mente atormentada.






PerdĆ­ mis valores, mi capacidad de entrega, mi arte para ser feliz disfrutando con muy poco.
Duro y con tiempo, a solas conmigo misma...
Mis ojos miel ya no trasparentan rencor. Comprendƭ que no tengo tiempo para hacer del pasado mi presente. Me despojƩ de prejuicios, miedos y tristezas.

El que vive en el pasado no disfruta del presente ni deja puerta abierta al futuro.





QuizĆ”s por ello no me importa lo que nadie piense, quizĆ”s maƱana yo tampoco estĆ© aquĆ­. 
QuĆ© cada uno piense lo que quiera, juzgue y haga juicios de valor segĆŗn su conciencia. Me da lo mismo.
Yo vivo el hoy y hago mi propia ley sin daƱar al de al lado, siguiendo los dictados de mi piel y mi sonrisa Ćŗnicamente.

Si estĆ” bien o mal sĆ³lo a mĆ­ imcumbe. Yo asumo las consecuencias de mis actos y mis decisiones. Tengo todo el derecho a decicir y equivocarme. A caer y volver a levantarme.





Conseguƭ volver a disfrutar del sol, del mar, del paseo, de los Ɣrboles... sin que cada paso que diese me recordase su ausencia y araƱase mis heridas, volviendo a revivir una y otra vez aquellos momentos en los que todo lo que tenƭa se fue, no poco a poco, dosificado, sino en el mismo barco.
Hoy soy dueƱa de mi vida y asumo las consecuencias de mis actos. Las riendas son sĆ³lo mĆ­as y decido si derecha o izquierda, si arriba o abajo. El timĆ³n estĆ” en mis manos y si me dirijo a las rocas o a un mar enbravecido... sĆ³lo a mĆ­ debe importarme.




Nadie sabe, sĆ³lo yo, lo que me ha costado recoger del suelo mis trocitos desperdigados  y recomponer mi alma de "Azucarillo".





Echo la vista atrĆ”s y no puedo dejar de dar gracias a todos los que me ayudaron, estuvieron a mi lado y me regalaron algo mĆ”s que una palabra de aliento, un consejo, una sonrisa cĆ³mplice, un mimo...
QuizƔs no supe estar a la altura, lo sƩ bien.
Esperaban mƔs de mƭ. Esperaban que actuase como la vieja "Azucarillo" y no se dieron cuenta que de ella no quedaban ni las cenizas.
¿ Soy por ello culpable? ¿Merezco condena ? ¿ Pagar precio por mis decisiones supuestamente equivocadas?...





Las personas cambian. Son producto de sus circunstancias. Cambian gradualmente, con el paso de los aƱos. Van moldeando y adaptando su carĆ”cter a lo que les toca vivir y a su manera de enfocar la vida. 
Resiliencia. Ese tan traido y llevado concepto que tan de moda estƔ y alude a la capacidad de la persona para enfrentarse y encarar de manera mƔs o menos afortunada las dificultades que la vida a todos nos plantea.
Muy importante desarrollar esa capacidad al mƔximo para salir airoso ante esos vaivenes.




Pido perdĆ³n a quiĆ©n corresponda si no soy la misma persona. No lo soy.
Pido perdĆ³n si en el camino de mi reconstrucciĆ³n he lastimado, sĆ© que lo hice, aĆŗn sin ser consciente.
¿Desear retroceder en el tiempo? No.
Soy la que soy, producto de mis vivencias y mis circunstancias, aĆŗn con los errores cometidos no puedo mirar hacia atrĆ”s. mi vida se escribe hacia delante.





- No me juzgues porque no lo consiento ni creo que sea justo. TĆŗ no has estado en mis circunstancias ni en mis zapatos.
- No cortes mis alas porque a un pĆ”jaro que quiere volar nada puede impedĆ­rselo, ni una jaula, ni un ala rota, ni la lluvia ni el viento. Finalmente vuela aĆŗn con heridas y tempestad. SerĆ” un vuelo suave y placentero o serĆ” un vuelo brusco y tortuoso, pero nada le impide volar.





Me siento feliz por haber podido recoger mis pedacitos del suelo, haber apartado de mi vida esa nube negra que casi me engulle y me borra de un plumazo...
Resurgir con fuerza, sentirse capaz de todo, tener esperanza, sueƱos, proyectos, ilusiĆ³n...
AsĆ­ me siento. 
Ya me doy cuenta de que hay mucha gente que pretende aprovecharse de mi de un modo u otro, gente tĆ³xica, gente frĆ­vola, gente superficial, hay muchos tipos de "gente"...
Aunque ...
No creo que nadie sea capaz de derribar una torre que sabe lo que es caer y levantarse sola.

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