Juzgar.
Conseguà hacer las paces con ese lugar que arañaba mi piel por su ausencia.
Guardar en mi archivador todos aquellos recuerdos sin rencores ni acritud.
Comprender que nadie tuvo la culpa del devenir de los hechos. Lo que pasó pasó y nadie pudo evitarlo.
Dejar de pedir explicaciones y nunca obtener respuestas.
CuƔndo se fue, quise romperlo todo, echar a correr, liberar mi rabia acumulada y pelearme hasta con las flores que acariciaba el viento.
Necesitaba encontrar culpables, responsables de tanto sufrimiento y convertirme en juez implacable.
Me convertĆ en otra persona distinta a la que siempre fui, mis ojos trasparentaban una mente atormentada.
PerdĆ mis valores, mi capacidad de entrega, mi arte para ser feliz disfrutando con muy poco.
Duro y con tiempo, a solas conmigo misma...
Mis ojos miel ya no trasparentan rencor. Comprendà que no tengo tiempo para hacer del pasado mi presente. Me despojé de prejuicios, miedos y tristezas.
El que vive en el pasado no disfruta del presente ni deja puerta abierta al futuro.
QuizĆ”s por ello no me importa lo que nadie piense, quizĆ”s maƱana yo tampoco estĆ© aquĆ.
Qué cada uno piense lo que quiera, juzgue y haga juicios de valor según su conciencia. Me da lo mismo.
Yo vivo el hoy y hago mi propia ley sin dañar al de al lado, siguiendo los dictados de mi piel y mi sonrisa únicamente.
Si estÔ bien o mal sólo a mà imcumbe. Yo asumo las consecuencias de mis actos y mis decisiones. Tengo todo el derecho a decicir y equivocarme. A caer y volver a levantarme.
ConseguĆ volver a disfrutar del sol, del mar, del paseo, de los Ć”rboles... sin que cada paso que diese me recordase su ausencia y araƱase mis heridas, volviendo a revivir una y otra vez aquellos momentos en los que todo lo que tenĆa se fue, no poco a poco, dosificado, sino en el mismo barco.
Hoy soy dueƱa de mi vida y asumo las consecuencias de mis actos. Las riendas son sólo mĆas y decido si derecha o izquierda, si arriba o abajo. El timón estĆ” en mis manos y si me dirijo a las rocas o a un mar enbravecido... sólo a mĆ debe importarme.
Nadie sabe, sólo yo, lo que me ha costado recoger del suelo mis trocitos desperdigados y recomponer mi alma de "Azucarillo".
Echo la vista atrÔs y no puedo dejar de dar gracias a todos los que me ayudaron, estuvieron a mi lado y me regalaron algo mÔs que una palabra de aliento, un consejo, una sonrisa cómplice, un mimo...
QuizƔs no supe estar a la altura, lo sƩ bien.
Esperaban mĆ”s de mĆ. Esperaban que actuase como la vieja "Azucarillo" y no se dieron cuenta que de ella no quedaban ni las cenizas.
¿ Soy por ello culpable? ¿Merezco condena ? ¿ Pagar precio por mis decisiones supuestamente equivocadas?...
Las personas cambian. Son producto de sus circunstancias. Cambian gradualmente, con el paso de los aƱos. Van moldeando y adaptando su carƔcter a lo que les toca vivir y a su manera de enfocar la vida.
Resiliencia. Ese tan traido y llevado concepto que tan de moda estƔ y alude a la capacidad de la persona para enfrentarse y encarar de manera mƔs o menos afortunada las dificultades que la vida a todos nos plantea.
Muy importante desarrollar esa capacidad al mƔximo para salir airoso ante esos vaivenes.
Pido perdón a quién corresponda si no soy la misma persona. No lo soy.
Pido perdón si en el camino de mi reconstrucción he lastimado, sé que lo hice, aún sin ser consciente.
¿Desear retroceder en el tiempo? No.
Soy la que soy, producto de mis vivencias y mis circunstancias, aún con los errores cometidos no puedo mirar hacia atrÔs. mi vida se escribe hacia delante.
- No me juzgues porque no lo consiento ni creo que sea justo. TĆŗ no has estado en mis circunstancias ni en mis zapatos.
- No cortes mis alas porque a un pĆ”jaro que quiere volar nada puede impedĆrselo, ni una jaula, ni un ala rota, ni la lluvia ni el viento. Finalmente vuela aĆŗn con heridas y tempestad. SerĆ” un vuelo suave y placentero o serĆ” un vuelo brusco y tortuoso, pero nada le impide volar.
Me siento feliz por haber podido recoger mis pedacitos del suelo, haber apartado de mi vida esa nube negra que casi me engulle y me borra de un plumazo...
Resurgir con fuerza, sentirse capaz de todo, tener esperanza, sueños, proyectos, ilusión...
AsĆ me siento.
Ya me doy cuenta de que hay mucha gente que pretende aprovecharse de mi de un modo u otro, gente tóxica, gente frĆvola, gente superficial, hay muchos tipos de "gente"...
Aunque ...
No creo que nadie sea capaz de derribar una torre que sabe lo que es caer y levantarse sola.
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