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Un cráneo en mi salón.

By 12:58 , , , , ,


Mamá, me acompañas al cementerio a pedir un cráneo que necesito para estudiar neuroanatomía????
Sí. Surrealista pero cierto. Preguntita de una de mis hijas, una mañana, cuándo estaba en segundo de medicina, bien tempranito y esperando respuesta...








Todo por un hijo, dirían algunos. Lo que sea por la neuroanatomía, dirían otros. La formación de un futuro médico lo vale, aseguraría alguno.... Pero yo me pregunto:
¿Hasta dónde llega la obligación de una madre? ¿Qué contrato he firmado yo dónde ponga que debo acompañar a mi hija al cementerio a solicitar un cráneo? : - Hola buenos días, cuarto y mitad de cráneo por favor...

- De verdad se lo darían al presentar el carnet de alumna de medicina??...







Imagino la escena de regreso a casa conduciendo con un cráneo en el maletero, quizás dentro de una bolsa, moviéndose clon, clon, clon...
Y el panorama de ese señor o señora en los mismísimos huesos viviendo en mi mesa de salón y vigilando todos mis movimientos con su mirada hueca, mientras mi hija lo manosea en su afán estudiantil.







Al señor o señora en los huesos habrá que ponerle nombre, claro. Una vez entra en tu casa, no le vas a llamar cráneo, tendrás que ponerle Pepe o Antonio...
Imaginarme a solas con el supuesto Antonio tomando café a menos de 3 metros.... No me veo, la verdad.
Y dormir sabiendo que Antonio vela mi sueño... Tampoco me veo ni por la ciencia, ni por la neuroanatomía, ni por mi deber de madre.







Es cierto que los futuros médicos tendrán que estudiar manoseando huesos, músculos y demás intríngulis corpóreos, pero los que somos de letras llevamos algo mal estas cosas de los formoles, los huesos, tripas y cráneos.
Así que.... No pienso acompañar a mi hija a ningún cementerio aunque se me acuse de sedición y de no ser colaborativa con la ciencia. Tiene a su papi que es médico y seguro que la acompaña encantado.


Ya me veo con Antonio en el salón!!!





El tiempo ha pasado. Milquinientos avatares desde aquel remoto día en que casi tengo que ir al cementerio a solucionar tan penosa cuestión y.... Por fortuna en mi salón no habita ningún cráneo. Ése día mi respuesta fue: - No.
La cosa fue pasando y yo nunca más volví a saber de cráneos viajeros en maleteros de coche dentro de bolsas...
Eso no quita, que a la hora de las comidas, se traten en mi casa toda suerte de variados temas que para un médico y una estudiante de medicina no resultan escatológicos ni desagradables, ya que forman parte de su trabajo y vida diaria, pero para los que compartimos mesa y mantel con ellos..... No coment!
No me quejo, lo asumo... Al menos no hay un cráneo viviendo en mi salón!!!

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